La emoción y el optimismo se hicieron presentes en la más reciente edición del programa de becas de BAC, reafirmando el compromiso de la institución financiera con el desarrollo de sus colaboradores y sus familias. En 2025, un total de 261 estudiantes salvadoreños fueron beneficiados, abarcando todos los niveles de la educación, desde parvularia hasta bachillerato.
Este importante evento se suma a una sólida trayectoria de impacto positivo, con más de 2,000 becas entregadas desde el inicio del programa. Cada una de estas ayudas representa mucho más que un simple respaldo económico: son verdaderas llaves de acceso a un futuro lleno de oportunidades.
Educación como motor de transformación
“Reafirmamos nuestro compromiso con la educación como una fuerza transformadora y un pilar para el desarrollo de El Salvador. Para todos los que formamos parte de BAC, entregar estas 261 becas es mucho más que un programa; es una oportunidad de ser parte del sueño de nuestros colaboradores y sus hijos», expresó Fernando González, presidente de BAC.
González destacó además que este esfuerzo forma parte del propósito institucional de reimaginar la banca para generar prosperidad en las comunidades y personas a quienes sirven. Esta filosofía se refleja claramente en su iniciativa BAC Positivo, que promueve el desarrollo y bienestar integral de su capital humano.
Una alianza sólida con FEPADE
El programa de becas BAC se ejecuta en colaboración con la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE), una alianza estratégica que ya supera los 15 años de trabajo conjunto. Esta sinergia garantiza que las becas lleguen a estudiantes con mérito académico, motivación y necesidad de apoyo económico.
Gracias a esta colaboración, los estudiantes beneficiados no solo reciben un aporte financiero, sino también acompañamiento institucional durante su formación, lo que potencia sus posibilidades de éxito en cada etapa educativa.
Impacto real en las familias salvadoreñas
Para las 214 familias beneficiadas, la beca no solo representa un respaldo económico significativo, sino también una fuente de tranquilidad. Saber que sus hijos pueden continuar su formación con calidad es un alivio tangible, especialmente en un contexto donde muchas familias enfrentan dificultades para cubrir los costos escolares.
Cada historia detrás de las 261 becas es única. Son historias de dedicación, esfuerzo y superación, donde el apoyo de BAC se convierte en una herramienta crucial para alcanzar metas educativas que, de otro modo, podrían parecer inalcanzables.
Más que una beca, una inversión en el futuro
El enfoque del programa no se limita únicamente al rendimiento académico. BAC busca incentivar la excelencia, pero también el compromiso, la perseverancia y los valores. En palabras de su presidente, el objetivo es invertir en el futuro de los hijos de sus colaboradores, brindándoles las herramientas necesarias para transformar sus vidas y, a la vez, contribuir al desarrollo del país.
Este tipo de acciones refuerzan el papel de BAC como una entidad financiera con una visión más allá de los negocios. Su responsabilidad social y apuesta por la educación en El Salvador lo posicionan como un referente entre las empresas comprometidas con el bienestar integral de su gente.
Una visión de largo plazo
La entrega de estas 261 becas representa no solo una cifra, sino un reflejo de los valores institucionales de BAC. La empresa entiende que el verdadero progreso se construye invirtiendo en el potencial humano desde temprana edad.
Con programas como este, BAC deja claro que está comprometido con un El Salvador más justo, más preparado y con mayores oportunidades para todos. Y mientras cada niño y joven becado continúa su camino, lo hace acompañado por una institución que cree en su capacidad de transformar el mundo, un paso a la vez.