En medio de una nueva oleada de denuncias que vinculan al Gobierno de El Salvador con supuestos pactos con estructuras criminales, el presidente Nayib Bukele ha lanzado una estrategia comunicacional que rápidamente se volvió viral en redes sociales. El mensaje: “¿Miedo a qué? Si ya convertimos a nuestro país en el más seguro del continente”, ha sido replicado por cuentas afines, seguidores y medios digitales oficialistas, marcando un nuevo trend político y mediático en plataformas como X (antes Twitter).
El origen del trend “¿Miedo a qué?”
El detonante de esta tendencia fue una alerta publicada por el medio salvadoreño El Faro, uno de los más críticos del actual gobierno, que advirtió sobre posibles capturas o represalias contra sus periodistas por investigaciones que exponen negociaciones entre funcionarios gubernamentales y cabecillas de pandillas. En una nota reciente, El Faro documentó el testimonio de un jefe pandillero quien afirma haber sido liberado como parte de esos acuerdos.
A esta denuncia se sumaron organismos internacionales como la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) y asociaciones de periodistas, quienes expresaron su preocupación por una aparente escalada de represión contra la libertad de prensa en El Salvador.
La respuesta del oficialismo: narrativas visuales y discursos de fortaleza
Como reacción, el gobierno salvadoreño ha impulsado una campaña narrativa orientada a mostrar seguridad y control, utilizando frases como “¿Miedo a qué?” en videos, imágenes y publicaciones donde se refuerza la idea de que el país ha sido transformado en “el más seguro del continente”.
En el clip más viralizado —publicado por medios afines como snews_sv y replicado por usuarios influyentes— aparece una pareja observando desde un balcón mientras se proyecta el mensaje:
“¿Miedo a qué? Si ya convertimos a nuestro país en el más seguro del continente.”
La estrategia parece buscar neutralizar el impacto mediático de las denuncias, utilizando la seguridad pública como argumento legitimador ante cualquier cuestionamiento político o judicial.
El contexto detrás del mensaje
Estas publicaciones surgen tras una serie de revelaciones periodísticas que comprometen la imagen del gobierno, justo cuando El Salvador se encuentra en el centro del debate internacional por sus métodos de control territorial, el régimen de excepción prolongado y las posibles violaciones a derechos fundamentales.
Además, el uso reiterado de la frase “¿Miedo a qué?” también ha sido interpretado por analistas como un mensaje cifrado hacia la prensa y la oposición, planteando una narrativa de superioridad moral basada en los resultados de seguridad, pero sin responder directamente a los cuestionamientos sobre los supuestos pactos con pandillas.
Reacciones divididas en redes sociales
La campaña ha generado reacciones polarizadas. Mientras muchos usuarios celebran el mensaje como una muestra de liderazgo firme frente a las críticas, otros cuestionan el tono desafiante y la falta de transparencia ante los señalamientos documentados.
Frases como “¿Miedo a qué?” y “el más seguro del continente” se han vuelto tendencias en X, siendo utilizadas tanto para apoyar como para criticar al presidente Bukele. El fenómeno revela cómo la batalla por la narrativa pública se libra no solo en los medios tradicionales, sino en los espacios digitales donde la percepción ciudadana se moldea a gran velocidad.
El trend “¿Miedo a qué?” no es solo un eslogan viral: es un discurso estratégico del gobierno salvadoreño frente a crecientes acusaciones de colusión con grupos criminales y presiones internacionales por el respeto a la libertad de prensa. En un país donde la comunicación política se ha fusionado con el marketing digital, este tipo de campañas muestran la importancia de controlar el relato público.
Sin embargo, mientras el gobierno proyecta seguridad, los cuestionamientos de medios como El Faro y organismos internacionales ponen sobre la mesa una pregunta aún más profunda:
¿Qué pasa cuando un gobierno responde a las denuncias con tendencias virales en lugar de con transparencia institucional?